¿Qué diferencia a la lana de alpaca?
La lana de alpaca, como cualquier hilo o lana, se divide en varios grupos teniendo en cuenta su grosor y calidad. Una de las razones por las que la lana de alpaca resulta tan suave, es que casi ninguno de sus tipos supera los 30 micrones de grosor (para que te hagas una idea, un micrón o micra equivale a una millonésima parte de un metro). Esto quiere decir que la lana de la alpaca cede con facilidad y no actúa de "vara" contra nuestra piel. Otra de las razones de su suavidad es que la lana "no se mancha" y tras el proceso de limpiado se consigue eliminar el 95% de la suciedad de la alpaca, frente un 43% a 76% de la lana de oveja. Además... ¡sus fibras no contienen grasa! La lana de alpaca tiene alrededor de 30 colores naturales, por lo que en muchas ocasiones no es necesario teñirla.